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Manejo de la Acidez del suelo y la Práctica del Encalado.

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El éxito en el manejo de la acidez de los suelos no depende solamente del conocimiento básico sobre la teoría de la acidez y de las características de los correctores. La práctica del encalado, que abarca el conjunto de operaciones relacionadas a la distribución e incorporación de la piedra caliza, son igualmente importantes. De nada sirve que la recomendación del encalado haya sido realizada con la mejor base teórica posible si el corrector fuese aplicado en dosis incorrecta, debido a que el equipo de aplicación es inapropiado o mal regulado. Por lo tanto, la uniformidad de la aplicación, el grado de mezcla de las partículas de caliza con el suelo y la profundidad de incorporación, son fundamentales para el éxito de el encalado.

Como regla básica se puede decir que cuanto más correctores sean mezclados e incorporados profundamente al suelo, mejor. Con eso, la reacción de la piedra caliza es más rápida, pues los productos de la reacción de los correctores son rápidamente consumidos por la acidez del suelo y la corrección de las capas del subsuelo permite el enraizamiento más profundo de las plantas, lo que proporciona mejor productividad y estabilidad de producción de los cultivos.

Sin embargo, durante los últimos años, ha aumentado el interés de los agricultores brasileros por sistemas de manejo de suelo más conservacionistas como el preparo reducido y, principalmente la plantación directa. Esos sistemas proporcionan el menor revolvido posible del suelo y, así, afecta muy directamente a la práctica del encalado al punto de que la piedra caliza sea aplicada a la superficie del suelo, sin incorporación en el caso del sistema de plantación directa.
Este capítulo presenta una visión general sobre tales temas, haciendo énfasis en los puntos más relevantes de la productividad agrícola.

Distribución de la piedra caliza

     La distribución del corrector de acidez debe ser de la más uniforme posible, en cualquier sistema de manejo de suelo. Es fácil observar cuando se distribuye la piedra caliza de manera desigual, en suelos más ácidos, por la irregularidad en el crecimiento de las plantas. En los suelos con menor grado de acidez, hay efecto negativo en la productividad, pero de más difícil percepción.
La distribución uniforme de la piedra caliza depende de la calidad y la regulación de los equipos de aplicación. Es necesario que el equipo esté correctamente mensurado al tamaño de la propiedad y también que el agricultor conozca sus limitaciones para minimizar la heterogeneidad de aplicación. Existen diferentes modelos de distribuidores de piedra caliza en el mercado brasilero, cuyos detalles podrán ser obtenidos en los textos de Mialhe (1986) y Dallmeyer (1986).
Un aspecto importante es que el operador domine bien el mecanismo de dosificación, y la técnica de conferencia de regulación del equipo, para poder ajustar la dosis recomendada para cada lote de compra de piedra caliza. Eso es necesario porque los productos tienen densidad de partículas distintas y la variación en el contenido de humedad es muy grande. Todo eso interfiere en la dosis aplicada. Es importante también, conocer la faja de distribución o el perfil transversal del equipo. El describe la cantidad de caliza que el equipo distribuye, en función de la distancia del eje de la maquina, en el sentido transversal al desplazamiento del tractor.

A excepción del equipo del tipo cocho, que utiliza la fuerza de la gravedad para distribuir la piedra caliza, en líneas de extensión del largor de la máquina, los demás distribuidores tienen dispositivos para lanzar las partículas de piedra caliza más distantes, logrando las fajas más largas y, así, mayor rendimiento de aplicación.
Con eso, hay mayor concentración de partículas cercas al eje del distribuidor en comparación con las extremidades de la faja de aplicación. Por lo tanto, se convierte necesaria la superposición de fajas de aplicación para conseguir mejor uniformidad. Los catálogos de los equipos generalmente prometen fajas muy largas de aplicación, con hasta 14m, de las cuales resultan en una gran desigualdad de dosis aplicadas. Es fundamental que el agricultor no exceda 8 m. de faja de aplicación para obtener así, una mejor uniformidad.

     Además de eso, se debe tener cuidado con los aplicadores del tipo rotativo que disponen de apenas un rotor de distribución. Ellos tienen perfil transversal asimétrico que aumenta aún más la desigualdad de distribución de las partículas.

Aplicación localizada de piedra caliza.

     Hubo interés en el pasado de algunos agricultores brasileros, principalmente en aquellos arrendatarios de tierra, en el sentido de reducir los costos con el encalado, mediante la aplicación de pequeñas dosis de piedra caliza, finamente molida, en el surco de la plantación. Algunas máquinas de plantación llegaron a ser producidas con tres reservorios. En la misma época, se han realizado trabajos de investigación, y los mismos demostraron que tal práctica era poco eficiente, sobre todo en suelos con acidez elevada. (Ben et al.,1981)

Al observar los datos del cuadro, se nota que hubo respuesta al encalado en línea de plantación sólo en áreas que no han recibido caliza a distancia. Además de eso, en dicha condición, la productividad media se mantuvo baja durante el periodo de cuatro años. Tampoco existe efecto adicional para la aplicación de piedra caliza en línea de suelos que han recibido el encalado en dosis adecuadas, en el área total (Ben et al., 1983)
Otro trabajo con objetivos semejantes ha sido realizado por Nakayama et al. (1984) en suelo cerrado del Estado de Mato Grosso del Sur, cuyos resultados fueron reinterpretados y mostrados en el cuadro 5.2. A primera vista, los aumentos de producción de soja para la aplicación de piedra caliza en el surco de plantación son ventajosos, pues llegan a casi 3.000 kg/ha (hectárea elevada a -1) de soja, en un periodo de cuatro cosechas.
Sin embargo, el análisis económico demuestra que las ganancias son pequeñas, principalmente en los dos primeros años, de los cuales interesan más a los arrendatarios de tierra, dado el periodo generalmente corto del arrendamiento. En los demás años, las dosis de caliza se acumulan en el suelo y como el surco de plantación cambia de posición todo el año, resultan en un encalado en área total, pero con menor relación costo/beneficio. Además de eso, el encalado en la línea convierte la operación de plantación más compleja y con menor rendimiento debido a la necesidad de reabastecimiento frecuente de las máquinas.

Otra forma de localización de caliza también ocurre en los cultivos perennes, en que la aplicación de los fertilizantes es realizada en fajas laterales cerca de las plantas, provocando mayor acidificación del suelo. Cuando eso ocurre, los agricultores podrán hacer el encalado también de manera localizada de modo a reducir la heterogeneidad del suelo y economizar con la caliza. Con este fin, algunos equipos poseen dispositivos propios para dicha aplicación. En la práctica se ha observado que es posible reducir hasta el 30%, por área, la dosis de caliza.



José A. Quaggio
Acidez e calagem em solos tropicais
Instituto Agronômico. Campinas-SP


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